Tomando en cuenta el actual entorno geopolítico, comercial, económico y tecnológico, la alta dirección requiere conocer más sobre los factores que inciden en sus organizaciones. En este sentido, invertir en tecnología contribuye a que los negocios se vuelvan más rentables, eficientes y competitivos. Además, favorece la comunicación, la creación de empresas y nuevos mercados, las formas de consumo, la administración en general e incluso la toma de decisiones.
No sólo las empresas se han modernizado, también las autoridades fiscales. La tendencia ha sido la implementación de mecanismos tecnológicos que contribuyen a la eficiencia en el incremento de la recaudación de impuestos, y en tener mayor presencia fiscal sobre los contribuyentes. Dejar de lado este punto, podría impactar en la situación financiera de las organizaciones.
Es importante que los contribuyentes conozcan los avances de las autoridades fiscales. En primer lugar, se han implementado una serie de mecanismos que permiten reunir información de los contribuyentes.
La autoridad cuenta con acceso total y permanente a esta información. En 2014, se introdujeron las revisiones electrónicas, cuya meta a corto plazo es convertirse en una poderosa herramienta de fiscalización, revisando la situación fiscal de los contribuyentes en tiempo real, es decir, en cualquier momento y cualquier día del año, sin necesidad de que el contribuyente lo sepa.
Las revisiones electrónicas son una facultad de comprobación utilizada por la autoridad tributaria en el procedimiento de fiscalización, tal y como lo establecen los artículos 42, fracción IX, 53-B y 76 del Código Fiscal de la Federación (CFF). Estas revisiones se realizan principalmente con la información y documentación en poder de las autoridades fiscales, proporcionada en gran medida por el propio contribuyente, así como por terceros.
Su incorporación se justificó señalando que este tipo de revisiones tendrían una ventaja para los contribuyentes, debido a que se llevarían a cabo sobre rubros específicos y no sobre toda la contabilidad del contribuyente, además de que la duración para llevarla a cabo sería menor. A futuro, su uso será aún mayor.
Invertir en tecnología para el aspecto fiscal de las organizaciones requiere:
- Verificar y validar su capacidad tecnológica y operativa para atender los requerimientos electrónicos en tiempo y forma
- Identificar y corregir irregularidades en la calidad de la información que proporcionan a las autoridades fiscales;
- Concientizar a sus equipos de trabajo de las consecuencias de no atender un requerimiento en la forma adecuada o atenderlo fuera de los plazos legales
- Implementar políticas para que toda operación o transacción realizada cuente de forma inmediata con el soporte documental correspondiente, y contar con asesoría especializada para atender las Revisiones Electrónicas de una manera adecuada y evitar ir a litigios por una inadecuada atención.
La digitalización en el área fiscal es aún más relevante en grupos conformados por varias entidades, ya que no contar con mecanismos automatizados dificultará el seguimiento en la determinación de sus cálculos fiscales, retrasará el cumplimiento de sus obligaciones y, en consecuencia, deberán pagar sanciones por los requerimientos de información de las autoridades fiscales, lo cual implica una importante cantidad de recursos.
Por lo anterior, es imprescindible para los empresarios estar atentos a estos cambios, para contar con las estrategias y medidas necesarias que les permitan implementar los controles y esquemas de prevención de riesgos, para garantizar el cumplimiento oportuno de sus obligaciones fiscales y asegurar que sus operaciones están debidamente registradas, documentadas y materializadas. En esta nueva era digital, deben destinar más recursos a la tecnología para responder al avance y desarrollo que ha alcanzado la autoridad fiscal.
La tecnología también genera ventajas en el tema fiscal. Por ejemplo, estas revisiones mejorarán tanto la comunicación entre la autoridad y el contribuyente, como la transparencia del proceso. El uso del buzón tributario, a través del envío de requerimientos de información y notificaciones a los contribuyentes, funcionará como un canal confiable de comunicación a la eficiencia y rapidez del proceso de fiscalización, lo cual significa para ambas partes ahorro de tiempo y recursos, así como contar con información oportuna.
En conclusión, los empresarios y la alta dirección tienen el reto de ser conscientes de la importancia que tiene la inversión en tecnología para ser competitivos en su entorno, lo cual implica también considerar el aspecto fiscal para atender estas revisiones.
Opine: ¿cuáles son los mayores retos para implementar nuevas tecnologías en el área fiscal?
