Visión y estrategia
Actualmente, son muchas las organizaciones que consideran la incorporación de herramientas de inteligencia artificial (IA) o inteligencia artificial generativa (IAGen) en sus procesos; no obstante, solo dos de cada diez (19%) cuentan con un plan bien definido y objetivos claros que se alineen con su estrategia general. La mayoría (43%), pese a que conoce a grandes rasgos la herramienta, no ha desarrollado casos de negocio, y cuatro de cada diez (38%) buscan implementarla para apoyar los objetivos de negocio, sin certeza de cómo hacerlo.
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Lo anterior deriva en el hecho de que seis de cada diez compañías (61%) todavía no han podido identificar el valor comercial que aporta la IA, mientras que tres de cada diez (31%) señalan que dicho valor se obtiene de casos de uso seleccionados, pero este no se evalúa en función de los objetivos generales de negocio.
En contraste, una minoría de 8% expresa que cuenta con medidas de rendimiento claras y cuantificables que evalúan el valor interno, externo y financiero de los proyectos e iniciativas relacionados; probablemente, esto les dé la posibilidad de marcar una diferencia competitiva en su sector.
El valor, por supuesto, está estrechamente relacionado con los problemas empresariales de alto nivel que la IA puede resolver. Al respecto, 82% de las organizaciones aseguran que uno de ellos es la toma de decisiones basada en datos, 70% piensa que es útil para optimizar o reducir costos, 61% para reforzar la seguridad cibernética y 60% para mejorar la experiencia del cliente.
En este sentido, es probable que gran parte de la muestra no cuente con casos de negocio, porque todavía no ha logrado identificar el potencial y las implicaciones de desplegar una tecnología de este tipo. Para conseguirlo, es fundamental desarrollar una visión exitosa de IA que se alinee con los objetivos de negocio y no al revés.
Asimismo, es crítico conocer aquellas áreas de oportunidad en las que esta herramienta puede ser de utilidad. Por ejemplo, si la organización planea implementar un servicio customer centric, el equipo de atención del cliente será el que mayor provecho saque del despliegue, procurando mejorar la experiencia de compra, o bien, agilizar la adquisición de los servicios para los usuarios.
Tecnología y herramientas
Otro aspecto sumamente relevante que permite aprovechar las funcionalidades de la IA es contar con la infraestructura adecuada. En la encuesta, 54% de las empresas destacan los sistemas o herramientas de gestión de datos estandarizados o integrados; 51%, las herramientas o aplicaciones de IA, incluida la IAGen; 49%, los métodos analíticos avanzados, y 46%, la nube.
Estos resultados ponen en evidencia que aún son muchas las organizaciones que utilizan herramientas tradicionales para gestionar sus procesos de negocio, privilegiando el tratamiento adecuado de los datos antes de considerar la incorporación de tecnologías de punta, como pueden ser los algoritmos de aprendizaje automático o profundo.
Asimismo, cabe resaltar que solo cinco de cada diez compañías emplean la nube para aprovechar los beneficios de la IA, mostrando que hay una mitad que padece un rezago en comparación con la competencia, o bien, que la implementaron hace tiempo para sacar provecho de esta tecnología.
Aunque contar con sistemas avanzados de ciberseguridad ocupa la última posición (40%) en las preferencias de la muestra, se trata de un aspecto que, en definitiva, debe incluirse en las estrategias de adopción de IA u otras tecnologías, especialmente cuando apenas se empieza a reconocer su funcionamiento y utilidad.
Gente y cultura
Además de conocer a profundidad la tecnología a implementar (en este caso, la IA), así como los potenciales beneficios que puede traer al negocio, es indispensable tomar en cuenta que para manejarla adecuadamente debe existir una cultura que lo permita, además de personal capacitado.
Al respecto, 36% de las empresas encuestadas consideran necesarias capacidades como tener conocimiento en ciencia de datos, machine learning (ML) o IAGen; 25%, experiencia en formación, certificaciones y uso ético de la IA; 21%, contar con una capacidad analítica básica, y 18%, saber trabajar en equipo.
Si bien se requiere que el talento cuente con todas estas habilidades para poder obtener beneficios tangibles de la IA, es importante que el tema ético ocupe el primer lugar, pues este guiará las acciones encaminadas al aprovechamiento de la herramienta.
Por otro lado, en cuanto a la cultura y el nivel de adopción de IA, 30% de las personas encuestadas mencionan que esta va dirigida a la toma de decisiones y los datos, pero solo de forma ocasional, mientras que 22% señala que la tecnología se implementa continuamente en la elaboración de estrategias de uso de datos, formación en la materia y recopilación de comentarios, y 17% que sirve para la toma de decisiones basada en datos obtenidos mediante algunos casos de uso.
Dejando de lado que tres de cada diez compañías (32%) definen su cultura y nivel de adopción de IA en términos distintos a los planteados en el presente estudio, el hecho de que solo 30% la considere de forma ocasional resulta desalentador, pues este elemento tiene como principal objetivo hacer evolucionar la forma de trabajo en una empresa para que se vuelva más productiva, precisa y ágil; en otras palabras, debe fungir como una especie de cómplice o copiloto que permita a las personas realizar sus labores diarias de manera más rápida y eficaz, así como transformar y perfeccionar sus capacidades para obtener mejores resultados.
Para conseguir lo anterior, es crucial que el capital humano sea capaz de interactuar a nivel conversacional con la herramienta, es decir, debe saber exactamente qué preguntarle para obtener el mayor valor de la información que pueda arrojar.
Ahora bien, ¿la cultura de IA puede mejorar la toma de decisiones en todos los niveles y áreas de la empresa? Aunque probablemente dependa del giro, esta tecnología en definitiva tiene el potencial de beneficiar a todos los integrantes de una organización, sin importar el nivel o equipo al que pertenezcan.
Por ejemplo, una persona que trabaja en una tienda departamental y que atiende a un cliente que solicita sugerencias para combinar prendas puede recurrir a la IA para ofrecer opciones más precisas que consideren todo el inventario. Asimismo, los operadores de una planta de manufactura pueden, con ayuda de la herramienta, organizar los turnos del personal de manera que les permita llegar a la meta de producción planteada.
En resumen, la IA ofrece un sinfín de oportunidades para que los distintos eslabones de una compañía realicen sus actividades de manera más eficiente; sin embargo, es importante que se verifiquen los casos de negocio específicos para determinar los beneficios de la implementación.