A lo largo de los últimos años, en México y en el mundo ha sido evidente el crecimiento del comercio electrónico; sin embargo, a raíz de la pandemia de COVID-19, los canales tradicionales de venta y consumo, que contemplaban plataformas digitales limitadas únicamente a compras y pagos, se han visto obligados a transformarse.
Descargue el estudio Transitar hacia la nueva realidad. La relevancia de la transformación
De acuerdo con los resultados del estudio Transitar hacia la nueva realidad. La relevancia de la transformación, de KPMG en México, la gran mayoría de las organizaciones reconocen que su estado de madurez respecto a diversas herramientas tecnológicas tiene una gran área de crecimiento. Ejemplo de ello es que, de aquellas empresas que tienen en mente este tipo de soluciones, cuatro de cada diez indican que no emplean machine learning (38%) o inteligencia artificial (35%).
Por otro lado, llama la atención que seis de cada diez empresas (63%) que cuentan con herramientas de data & analytics se encuentren en estado de desarrollo o ya las hayan establecido. Esto resulta sumamente positivo para su operación, pues esta clase de soluciones permiten generar reportes sobre variaciones en el consumo de clientes, gestión de proveeduría, entre otros temas, para optimizar el negocio.
Cuando dichas predicciones llegan a niveles de mayor complejidad, existen soluciones de inteligencia artificial que posibilitan la gestión de enormes volúmenes de información, lo cual finalmente desemboca en máquinas capaces de aprender (machine learning) y la automatización de los procesos, en cuya ejecución el talento con las habilidades indicadas es la clave entre el éxito o el fracaso de los esquemas bajo esta nueva realidad del trabajo.
Por otro lado, la mayor parte de las organizaciones (63%) no tienen implementado el comercio electrónico o e-commerce. En este sentido, 56% de aquellas compañías que consideran este tema como prioritario prevén un incremento de inversión en plataformas de comercio electrónico, el cual ha dejado de ser un mero conjunto de transacciones, sino el reflejo de las expectativas de un consumidor que espera realmente una experiencia memorable en su relación con las marcas.
A pesar de que esto es una realidad, seis de cada diez compañías (60%) reportan un estado inicial (menos de 20% de las ventas se realizan en línea) en cuánto a e-commerce; 32% cuenta con un nivel básico e intermedio (entre 20% y 60% de las ventas), y solo 8% ha conseguido un nivel avanzado, con más de 60% de las ventas vía internet.
Aunque parece evidente, vale la pena señalarlo: aquellas compañías que no fortalezcan sus plataformas de comercio electrónico se arriesgan a perder la preferencia de clientes que, al verse imposibilitados de complementar su experiencia de compra con espacios de venta exclusivos y preferenciales, buscan en las aplicaciones digitales la mejor atención posible, independientemente de la generación a la que pertenezcan, siempre bajo condiciones que garanticen la seguridad de su información personal.
En este sentido, queda clara la enorme relevancia que tiene para las empresas el destinar mayores recursos a temas prioritarios como la consolidación de los modelos de comercio electrónico y la optimización de nuevas herramientas tecnológicas, para así garantizar la competitividad en una nueva realidad, cuyo verdadero impacto apenas estamos por descubrir.
Opine: ¿qué puede ayudar a las organizaciones a agilizar su implementación del comercio electrónico?
