La industria automotriz global ha entrado en una fase de reestructuración en un escenario caracterizado por la incertidumbre geopolítica y nuevos acuerdos comerciales como el T-MEC. Los directivos automotrices confían en adoptar la revolución tecnológica para redefinir su modelo de negocios y lograr el crecimiento a largo plazo.
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Los líderes del sector automotriz consideran que un cambio en la industria es inminente y que necesitarán tanto desarrollar sus competencias básicas como definir su nuevo papel.
Existe poco temor en los directivos automotrices a que su rentabilidad disminuya. Sin embargo, posiblemente se reduzca debido a que los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) se enfrentarán a las difíciles condiciones del mercado.
Frente a un mercado más complejo, las compañías líderes serán aquellas que combinen un ecosistema impulsado por la tecnología y alianzas estratégicas con proveedores, reguladores, compañías logísticas y otros actores.
El T-MEC, representa un nuevo paradigma para el sector automotriz mexicano. De forma optimista, 6 de cada 10 ejecutivos mexicanos consideran que las regulaciones impulsarán el futuro de su industria.
Por otra parte, el sector minorista a nivel global está experimentando una transformación importante, y se estima una reducción de 30-50% para el 2025; en México, de 10-20%. Entonces para el sector automotriz será fundamental centrarse en el cliente y mejorar su experiencia.
La industria automotriz deberá adaptarse a la revolución tecnológica. Con la fusión de la movilidad y la logística en una “movilística”, las compañías necesitarán repensar su modelo de negocio y cooperar para crear un ecosistema de movilidad. La empresa que ofrezca la mejor experiencia al cliente será líder del mercado.
Opine: ¿qué ventajas podrá obtener la industria automotriz mexicana con la reestructuración?