Con la disrupción de la inteligencia artificial (IA), muchas empresas quieren aprovechar su potencial; sin embargo, deben hacerlo con una estrategia clara que contemple los objetivos de negocio, la arquitectura empresarial y las capacidades de la función de Tecnologías de la Información (TI), liderada por el Chief Information Office (CIO), para evitar riesgos que puedan afectar su operación, dañar su reputación o mermar su competitividad.
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Por su parte, el equipo de TI debe tener la posibilidad de expandir los diversos niveles de soporte tecnológico que requiere la empresa y optimizar la arquitectura de procesos dictada por la Alta Dirección. A mayor sincronización de todas las capas, hay una mejor capacidad para responder a los objetivos comunes.
Esta nueva visión de TI ha tenido como resultado el surgimiento de distintas figuras, por ejemplo, el Chief Transformation Officer (CTO), que, si bien no es un integrante de esta función, conoce sobre tecnología y sus aptitudes radican en aplicar las herramientas en beneficio del negocio.
Sin duda, las organizaciones privilegian la capacidad de innovar como algo fundamental en la conformación de los equipos de trabajo a través del pensamiento disruptivo para mantener el ritmo que exigen las demandas del mercado. Si la arquitectura empresarial se afianza con ayuda de la nube, data & analytics o la IA, puede forjarse una configuración mucho más eficiente, que optimice procesos y costos con el objetivo de mejorar la estrategia y poner al cliente en el centro.
Por lo tanto, uno de los retos de la función de TI es lograr que, desde el más alto nivel de la organización, se comprenda la importancia de habilitar estas estructuras soportadas en tecnología y, sobre todo, mostrar apertura para implementar los cambios necesarios.
Opine: ¿Cómo integrar la función de TI con la arquitectura empresarial para evitar riesgos que puedan dañar la operación, reputación o competitividad?