La transformación digital es un paso que las organizaciones buscan dar para evolucionar hacia nuevos modelos de operación y servicios enfocados en el cliente. Esta transición representa un cambio radical en la visión de todos los niveles del negocio, por lo que su implementación suele ser un reto de amplias proporciones.
Uno de los principales cambios se encuentra en la tecnología, no solo por el estigma que ha existido durante años de ser un área operativa que agrega un valor moderado difícil de demostrar, sino también por la necesidad de realizar modificaciones profundas en procesos, plataformas, modelos de servicio, organización, mecanismos de gobierno e indicadores, que permitan potencializar las necesidades de transformación requeridas a la velocidad del mercado.
Bajo esta nueva realidad, las organizaciones están experimentando una serie de desafíos importantes que las y los CIO deben sortear:
- Mayor complejidad, datos distribuidos en un entorno híbrido de varias nubes
- Desafíos con modernas formas de trabajo y a escala
- Incapacidad para adaptarse y financiar continuamente inversiones en tecnología
- Desalineación de la arquitectura con el negocio y no apta para su propósito
- Mayor probabilidad de ataques sofisticados
- Expectativas desafiantes de formas de trabajo, liderazgo e incentivos
Por lo que cada vez es más claro que existe una mayor brecha digital entre las organizaciones que ya están en el camino de la transformación y las que luchan por seguir el ritmo.
Es por lo anterior que muchas de las organizaciones más maduras reinventan el papel de TI y la aplicación tecnológica en el negocio para funcionar con la eficiencia adecuada para transformar y entregar los productos, servicios y experiencias a la velocidad que los clientes esperan.
A menudo, la parte más difícil es saber por dónde empezar. Desde nuestra perspectiva, el primer paso que las y los CIO del futuro deben dar comienza en cambiar la visión de TI, donde solo se busca mantener estable las operaciones tecnológicas y aplicar cambios incrementales progresivos, por una visión en donde se asuma que las operaciones tecnológicas se mantendrán bajo un ritmo de constante adaptación para llevar a cabo transformaciones exponenciales de negocio orientadas al cliente. Esta visión del futuro se sustenta en seis pilares que permiten enfrentar la nueva realidad digital desde una perspectiva tecnológica (Future of IT):
- Velocidad de mercado. Realinear las capacidades, las personas, las arquitecturas y las formas de trabajar para permitir la entrega de nuevos productos y servicios a velocidades y escalas variables
- Inversiones dinámicas. Implementar un enfoque de inversión "pensar como un capital de riesgo" y aprovechar los procesos financieros ajustados para impulsar la financiación dinámica y continua de tecnología e inversiones (se paga lo que se usa/proyectos autosustentados conforme a resultados)
- Fuerza de trabajo de TI flexible. Desarrollar una visión de 360 grados de la fuerza laboral de TI, incluidas las habilidades de negocio, técnicas y digitales, para crear un ecosistema flexible de talento que combine la experiencia de la industria con las capacidades tecnológicas
- Entrega moderna. Integrar arquitecturas y capacidades orientadas a la agilidad y automatización de la cadena de valor (negocio/tecnología) con un enfoque total al cliente (DevOps)
- Datos como activos. Establecer reglas de involucramiento, hacer de la fluidez de los datos y su circulación un imperativo estratégico y reestructurar una cadena de suministro de datos para ofrecer una plataforma rica en conocimientos, con la propiedad bien definida y segura
- Confianza en el cliente. Infundir confianza técnica en toda la organización, entregando productos y servicios intrínsecamente seguros para influir en la confianza percibida por el valor del cliente
Opine: ¿Cómo se benefician las organizaciones de la implementación de una visión TI?