En el contexto actual, muchas organizaciones dependen exclusivamente del suministro básico proporcionado por la empresa pública de electricidad en México; sin embargo, existen alternativas que pueden representar ahorros significativos en el costo de este insumo. Una de ellas es el suministro calificado, disponible para compañías con una demanda superior a 1 MW en uno o más centros de carga, el cual permite contratar directamente con generadores privados mediante contratos bilaterales.
Asimismo, es posible considerar opciones como la instalación de paneles solares, sistemas de almacenamiento en baterías o motores de cogeneración, incluso para demandas menores a 1 MW. Adicionalmente, se pueden implementar esquemas híbridos que combinen proyectos de energía renovable con contratos de cobertura eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), lo que brinda mayor flexibilidad y control sobre el suministro.
Descargue el estudio: Alternativas de suministro energético en México

Los gobiernos estatales también están fomentando la creación de clústeres energéticos para facilitar la instalación de estas tecnologías.
En otras palabras, a medida que los gobiernos, en todos sus niveles, se involucran más en el desarrollo energético, surgen nuevas oportunidades. Las empresas, por su parte, buscan cada vez más independencia energética, con el objetivo de generar y almacenar su propia energía, reduciendo así su dependencia de terceros. Este impulso hacia la autosuficiencia energética se complementa con iniciativas de economía circular, como el aprovechamiento de residuos industriales y la captación pluvial, los cuales permiten optimizar recursos en distintos procesos productivos.
Por otro lado, es posible observar un incremento en el uso de esquemas de ciclo combinado y en la diversificación de fuentes de energía, con empresas que combinan generación solar, eólica y contratos con proveedores, en función de las condiciones tarifarias y operativas.
En cuanto al entorno regulatorio, el esquema de autoabasto ha quedado limitado, al tratarse de un modelo legado, utilizado anteriormente por organizaciones que operaban como suministradoras sin contar con los permisos correspondientes.
Actualmente, la atención se centra en la generación distribuida, la cual permite desarrollar proyectos menores a 700 kW sin necesidad de obtener un permiso, así como en el autoconsumo, una figura formalizada en la nueva regulación de 2025.
Este último esquema distingue entre el autoconsumo aislado (sin conexión a la red) y el interconectado, en el cual los excedentes solo pueden venderse a la entidad pública y deben contar con almacenamiento en caso de utilizar tecnologías intermitentes. Estas modalidades representan alternativas viables para las compañías que buscan soluciones energéticas locales y sostenibles.
Opine: ¿Qué alternativas de suministro energético están implementando las organizaciones en México para ser más autosuficientes?