La pandemia trajo innumerables retos a las organizaciones y a los líderes regionales con respecto a la continuidad del negocio y a contar con las herramientas necesarias para llevar a cabo una transición oportuna a esquemas de trabajo híbridos, priorizando la salud de su gente, la atención al cliente y la resiliencia operativa. Si bien los retos y perspectivas de los líderes han cambiado de posición en la escala de riesgos, los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) están totalmente vinculados con el crecimiento de las organizaciones.
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Prosperidad pospandémica
A partir de 2020, con el golpe que el confinamiento implicó para la economía global, los líderes se vieron obligados a activar planes de contingencia para que las organizaciones se mantuvieran a flote. Ahora, en esta nueva realidad, las y los CEO retoman los proyectos de crecimiento y expansión que pusieron en pausa durante los pasados meses de incertidumbre a fin de buscar lograr la recuperación y la resiliencia operativa.
Un claro ejemplo de ello es que ocho de cada diez CEO en la región llevarán a cabo acciones de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés), así como alianzas estratégicas para consolidar sus planes de crecimiento. De este modo, buscan fortalecer las habilidades digitales y los recursos de las organizaciones; sin embargo, es relevante tomar en cuenta el efecto de endeudamiento público de la región como un factor a considerar.
Riesgos ante la recuperación
La resiliencia de las organizaciones ante los desafíos de la pandemia ha marcado un antes y después en el modelo operativo.
La agilidad de las acciones tomadas durante los primeros meses de la coyuntura fueron vitales para la supervivencia de las empresas en la región; aunque muchos de los retos fueron solventados con éxito, continúan enfrentando numerosos riesgos en el camino hacia a la recuperación.
La cadena de suministro, por ejemplo, ha sufrido gran estrés a raíz de la pandemia y se han tenido que replantear los modelos operativos para atender a los diversos actores. Esta situación puede causar un impacto significativo en los países de la región por su ubicación geográfica y por tratarse de plataformas logísticas del comercio mundial.
Por otro lado, en empresas mayormente enfocadas en proveer servicios, existe una creciente demanda por incorporar esquemas de trabajo híbridos, lo cuales plantean riesgos de infraestructura y amenazas a la ciberseguridad. En contraste, empresas de otros sectores, como construcción o energía, están enfocándose en solventar riesgos medioambientales o regulatorios.
El papel de los grupos de interés
En México y Centroamérica, existe optimismo con respecto al futuro. Las y los CEO consideran el propósito organizacional como uno de los factores determinantes en el crecimiento y, por lo tanto, todas las acciones están directamente ligadas a dicha visión. La planeación de todas las acciones y estrategias que se decidan llevar a cabo deben atender las necesidades de los grupos de interés.
Tener visibilidad sobre las tareas que, como organización y como líderes, se deben llevar a cabo con grupos internos y externos resulta vital en una nueva realidad, en la que existe enorme presión sobre el impacto que generan las empresas en el ambiente y la sociedad.
Al interior de las organizaciones, se deberán consolidar las acciones que permitan el desarrollo de habilidades tecnológicas en la gente, con propuestas de valor para atraer y retener al mejor talento y que contemplen esquemas de trabajo flexibles.
Externamente, mantener los cambios positivos que la pandemia generó con respecto a la huella de carbono de las empresas será relevante para mantener la confianza de los grupos de interés, además de llevar un reporteo oportuno y transparente sobre aspectos ASG.
Factores ASG
Ahora más que nunca, las directoras y directores generales son conscientes de la importancia que tienen los factores ASG en el desempeño de las empresas y el impacto que generan en su reputación. Estos factores han pasado de tener un papel secundario en las estrategias de la organización, a ser un lineamiento mandatorio en todas las decisiones.
En años previos, la mayor parte de las y los CEO consideraban que tomar en cuenta estos ejes sería clave para conservar su puesto. Hoy, además de ser un pilar esencial en la medición de desempeño ante los grupos de interés, también tiene un peso significativo con respecto a la presión que dichos grupos ejercen sobre los líderes, así como el impacto que puede sufrir su remuneración en caso de no alcanzar los objetivos organizacionales que se fijen en torno a factores ASG.
