Entre las soluciones tecnológicas que se han vuelto esenciales en el proceso tributario destaca el uso de herramientas que permiten descargar y conciliar los comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) en los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) y contables de las empresas, lo que facilita una mayor eficiencia de detección de riesgos fiscales y el cálculo de los impuestos.
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Estas herramientas no solo ayudan a las compañías a ser más eficientes, sino que también resultan beneficiosas durante las auditorías fiscales, ya que los contribuyentes que las emplean pueden generar expedientes de manera más precisa y ágil.
Otra tecnología clave es la que se utiliza para gestionar y monitorear las llamadas “listas negras” publicadas por la autoridad fiscal, las cuales incluyen a los contribuyentes que, por alguna razón, no están en orden con sus obligaciones, lo que representa un riesgo para las organizaciones, ya que cualquier gasto asociado con estos contribuyentes no sería deducible ni autorizado por la autoridad fiscal.
Este sistema automatizado resulta de valor al revisar los registros contables de los últimos cinco años y notificar de manera oportuna a la Alta Dirección sobre los posibles riesgos fiscales relacionados.
En el marco del 20.° aniversario del estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México, resulta esencial seguir reflexionando sobre cómo la evolución tecnológica ha influido en el panorama tributario, ya que este análisis nos permite observar no solo los avances y cambios en la función fiscal, sino también cómo estos han interactuado ante eventos globales críticos, como la pandemia de influenza AH1N1 en 2009 y el COVID-19 en 2020.
A saber, durante la crisis de la AH1N1, México experimentó una interrupción de la recaudación de impuestos aproximadamente durante un mes, debido a la falta de mecanismos eficientes para realizar pagos sin acudir físicamente a las oficinas. En contraste, durante COVID-19, los impuestos siguieron recaudándose sin interrupciones, gracias a los avances tecnológicos implementados.
De hecho, aunque hubo solicitudes de prórrogas debido a que los equipos fiscales estaban trabajando desde casa mientras se llevaba a cabo una migración tecnológica, México, a diferencia de otros países de la región, mantuvo su capacidad recaudatoria.
Esta capacidad de adaptación destaca el papel crucial que jugó la tecnología en la resiliencia del sistema tributario, e incluso ahora, muchos departamentos fiscales siguen operando de manera remota, lo que ha impulsado la necesidad de fortalecer la ciberseguridad, particularmente en torno al manejo de información sensible y confidencial.
Lo anterior se convierte en una gran oportunidad para mejorar la eficiencia, aunque también se percibe como un riesgo. La clave para equilibrar ambas dimensiones estará en cómo las empresas y autoridades logran transformar ese riesgo en una oportunidad.
Opine: ¿De qué manera la evolución tecnológica ha influido en el proceso tributario de su empresa?