Con el objetivo de optimizar sus recursos y operaciones, así como cumplir con las métricas de producción impuestas, en los últimos años un gran número de empresas, principalmente del sector manufactura, han contratado a terceros para que se encarguen de prestar servicios especializados y administrar todos los aspectos laborales de las personas asignadas a las tareas de que se trate.
Debido a la complejidad y particularidades de sus operaciones, o bien, por el nivel de especialización de sus actividades, en ciertos casos las empresas requieren la prestación de servicios complementarios, como servicios relativos a asesorías o gestiones especializadas. Por lo tanto, las mismas deben realizarse por un tercero que cuente con la capacidad y el conocimiento técnico adecuado.
La implementación del outsourcing en las empresas ha entrañado en algunos casos el desarrollo de “esquemas elusivos” por parte de los contribuyentes, lo que ha generado una omisión en el pago de impuestos y contribuciones, así como un incumplimiento en las obligaciones laborales. Por lo tanto, en los últimos años las autoridades fiscales han mostrado un gran interés en establecer un mayor control sobre esta figura, indicando requisitos adicionales para su deducción y para el acreditamiento del impuesto al valor agregado (IVA) correspondiente.
Por ello, es conveniente que las empresas que contraten servicios relativos a la subcontratación laboral o a la prestación de servicios especializados cuenten con la evidencia y elementos suficientes para diferenciar el tipo de servicios, a fin de cumplir con los requisitos particulares para cada uno de acuerdo con la Ley del Impuesto sobre la Renta y la Ley del Impuesto al Valor Agregado.
Los elementos generales que las autoridades fiscales podrán valorar en sus actos de fiscalización para definir el tipo de servicio recibido, y, por ende, determinar si el contribuyente cumplió correctamente sus obligaciones fiscales, podrán ser los siguientes:
De lo antes mencionado, la actuación de las autoridades fiscales en su ejercicio de facultades de comprobación con respecto a dichos puntos, podría concentrarse principalmente en lo siguiente:
El outsourcing es un tema actual en que las autoridades fiscales han desarrollado un programa específico de fiscalización, por lo que es indispensable que los contribuyentes que utilicen este esquema busquen toda la información y documentación de sus prestadores de servicios, para contar con la evidencia suficiente y, en su caso, poder solventar adecuadamente una posible revisión por parte de las autoridades.