Por: Olivia Segura, Socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento de KPMG México, Nicole Ramsauer, Socia de Asesoría en Aseguramiento de TI de KPMG Panamá y Cristina Gutiérrez, Directora de Consultoría de KPMG Costa Rica

En 2025, el talento femenino en México y Centroamérica sigue enfrentando barreras para acceder y permanecer en posiciones de la Alta Dirección con igualdad de oportunidades. Las microagresiones, los sesgos y la discriminación afectan su desarrollo, lo que las obliga a replantear sus posibilidades de crecimiento y superar las limitaciones autoimpuestas.

En este proceso, colaboran con sponsors para impulsar políticas que les permitan consolidar su presencia en las empresas, acceder a posiciones clave y enriquecer la toma de decisiones, incentivando el desarrollo de otras mujeres.

Conscientes de su valor y de la importancia de contar con diversidad de perspectivas en la toma de decisiones, fortalecen sus habilidades digitales y de manejo de crisis, participando en redes de apoyo y mentoría, y exigiendo condiciones que favorezcan su permanencia en posiciones de liderazgo, especialmente en momentos clave como la maternidad o la menopausia.

A pesar de los avances en políticas de igualdad, la falta de participación masculina y la ausencia de transparencia en los indicadores de inclusión revelan la necesidad de impulso desde los niveles más altos. Es fundamental actualizar las políticas con perspectiva de género y atender los programas de mentoría, la capacitación digital y el trabajo híbrido, ya que son clave para el desarrollo y permanencia de las mujeres en la Alta Dirección en el nivel C de las organizaciones.