Delineando Estrategias

Los riesgos empresariales a lo largo de dos décadas

Escrito por Jesús Luna | 10/04/2025 10:03:08 PM

A lo largo de dos décadas, el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México ha sido testigo de la evolución de los principales paradigmas en el ambiente de negocios en nuestro país, así como de la forma en que las compañías se han adaptado para mantener su competitividad a pesas de los retos que han debido afrontar. Uno de los aspectos que ha mostrado una evolución relevante son los diferentes riesgos que afectan la operación de las compañías. Evidentemente, en los últimos 20 años han cambiado, se han transformado e incluso han modificado la operación de las organizaciones.

Consulte la publicación: Perspectivas de la Alta Dirección en México 2025. Incentivar la transformación para superar los desafíos

Por ello, en el marco del vigésimo aniversario del estudio de Perspectivas, elaboramos un análisis que diera cuenta de esta evolución, y cómo las empresas le han hecho frente. En este sentido, en 2006, por citar el resultado más longevo de nuestros estudios, las compañías consideraban que enfrentar una mayor presión por parte de la competencia era el principal factor que podía comprometer su crecimiento (23%), seguido de ser incapaces de innovar o penetrar en nuevos mercados (15%); cabe mencionar que este último se ha identificado como una amenaza constante a lo largo de los años.[1]

En 2008 y 2009, por otro lado, emergieron los cambios regulatorios como una preocupación importante con 29% y 22% de las menciones, respectivamente, derivado de distintas modificaciones fiscales como la entrada en vigor del impuesto empresarial a tasa única (IETU), el cual fue un impuesto directo adicional que desapareció en 2014, abrogándose la Ley del Impuesto al Activo; la implementación del impuesto a los depósitos en efectivo (IDE), que comenzó con una tasa de 2% y llegó a 3% para desaparecer en 2014, y las restricciones a la exención en la enajenación de acciones en la bolsa de valores para aquellas personas que formaran parte del grupo de control. Los riesgos derivados de una mayor competencia se mantuvieron como los más importantes, con 39% y 31%, respectivamente.[2]

Tras una década de relativa estabilidad en los riesgos emergentes, para 2018, la incertidumbre provocada por el cambio de gobierno en México y Estados Unidos (EE.UU.) generó presión para las empresas, que además debieron enfrentar una mayor competencia (66% la consideraba una amenaza) y cambios regulatorios (67%), que se mantuvieron como sus principales preocupaciones.[3]

[4]

En 2021, cuando comenzaron a materializarse los efectos secundarios de COVID-19, hubo un cambio importante en la prioridad de los principales riesgos que pudieran tener impactos relevantes en los negocios. Así, la atracción y retención del talento (49%), la falta de liquidez (45%), los ciberataques y la inseguridad pública (42% en ambos casos) se identificaron como los riesgos de negocio con mayor posibilidad de ocurrir e impactar en la estrategia de las empresas.[5]

Cabe señalar que, derivado de la crisis de COVID-19, las organizaciones identificaron que la gestión de riesgo empresarial debía modificarse y evolucionar para ajustarse a la nueva realidad. Por lo tanto, dejó de ser un ejercicio estático, para pasar a ser ejecutado de manera periódica, dinámica, transversal y permanente. Este cambio en la manera en que las organizaciones gestionarían sus riesgos a partir de ese momento derivó también en un cambio de enfoque sobre cuáles serían los riesgos más relevantes.

En resumen, las consecuencias de las diversas crisis que hemos atravesado como sociedad, y que han quedado fuera del margen de acción de las empresas, como la recesión económica o los cambios en determinadas regulaciones, se han ido sumando a la lista de riesgos que han afectado en distinto grado las estrategias de negocio, lo que ha resaltado la impostergable necesidad de realizar ejercicios de gestión de riesgo empresarial transversales, para la adecuada gestión de los riesgos actuales y de los emergentes. Desde 2006, cuando realizamos el primer estudio de Perspectivas de la Alta Dirección, y hasta ahora, el ejercicio de gestión de riesgos ha ido incrementando su dinamismo, para responder a un ambiente de negocios altamente cambiante.

[1] Perspectivas de la Alta Dirección en México 2024. Superar los retos y aprovechar las oportunidades, KPMG México, 2024.

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] Ídem.

[5] Ídem.


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