Innovación estratégica: del laboratorio al liderazgo con propósito

Innovación estratégica: del laboratorio al liderazgo con propósito

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Publicado por Ricardo Delfín

octubre, 2025

Puntos clave

  • En un entorno caracterizado por la disrupción constante de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), la innovación se ha consolidado como la estrategia más eficaz para fortalecer la resiliencia empresarial
  • Es necesario superar la idea de que la innovación ocurre exclusivamente en los laboratorios de investigación y desarrollo (I+D), pues si bien estos espacios son fundamentales, la verdadera transformación ocurre cuando toda la empresa se involucra activamente en el proceso de innovar
  •  La sustentabilidad no solo se ha consolidado como un principio rector, sino también como terreno fértil para la innovación, ya que se trata de una exigencia del mercado 

En un entorno caracterizado por la disrupción constante de factores económicos, sociales, tecnológicos y de sustentabilidad, incluidos los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), la innovación se ha consolidado como la estrategia más eficaz para fortalecer la resiliencia empresarial.

Lejos de ser una tendencia pasajera, innovar implica cuestionar lo establecido, visualizar nuevas posibilidades y, sobre todo, aplicar el conocimiento y la tecnología a la solución de los grandes desafíos globales. Así lo comprenden las organizaciones más avanzadas, que han hecho de la innovación un pilar estratégico y una fuente continua de ventaja competitiva.

Descarga el estudio: Perspectivas de la Alta Dirección en México

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 Para muchas compañías, el conocimiento y la experiencia aplicados representan el camino para lograrlo. La implementación de un enfoque estratégico permite desarrollar productos eficaces, eficientes y alineados con principios de sustentabilidad, incluso en industrias altamente reguladas o complejas. En este contexto, la innovación deja de ser una función aislada y se convierte en un valor transversal que permea toda la organización. 

Un elemento clave para lograrlo es superar la noción de que la innovación ocurre exclusivamente en los laboratorios de investigación y desarrollo (I+D). Si bien estos espacios siguen siendo fundamentales, la verdadera transformación ocurre cuando toda la empresa se involucra activamente en el proceso de innovar.

Un ejemplo destacado de esta visión es la práctica conocida como “la cultura del 15%”, la cual permite a cada colaboradora o colaborador dedicar hasta 15% de su tiempo laboral a iniciativas de innovación, independientemente de su función o nivel jerárquico. Esta estrategia no solo estimula la creatividad, sino que también refuerza el compromiso con la mejora continua.

En este marco, es importante distinguir entre innovación disruptiva e innovación incremental. Mientras que la primera transforma mercados completos, la segunda se enfoca en optimizar lo existente: hacer más con menos, en menor tiempo y con mejores resultados. La mejora continua se convierte así en una vía cotidiana hacia la innovación, ya que muchas de estas mejoras surgen a partir de una pregunta tan simple como poderosa: ¿qué pasaría si…?

Innovar también implica observar lo existente desde una nueva perspectiva. En un entorno saturado de datos, la clave está en analizarlos, identificar patrones y traducirlos en soluciones prácticas. Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) ya permiten optimizar procesos de manufactura, mejorar la toma de decisiones, desarrollar software interno e incluso crear dispositivos que en tiempo real sugieran, por ejemplo, el tipo de material más adecuado para integrarlo en una línea de producción.

Estas herramientas han transformado la gestión del tiempo, los recursos y los costos en múltiples industrias; no obstante, ningún avance tecnológico puede sustituir el papel del liderazgo. Las compañías verdaderamente innovadoras no son solo aquellas que adoptan tecnología de vanguardia, sino las que fomentan culturas organizacionales que no temen al error, promueven el aprendizaje continuo y lideran con empatía y propósito.

En este sentido, la sustentabilidad no solo se ha consolidado como un principio rector, sino también como un terreno fértil para la innovación. El desarrollo de materiales y empaques alternativos al plástico es un ejemplo concreto de cómo la ciencia, el conocimiento y la tecnología pueden responder a necesidades urgentes sin comprometer la rentabilidad. La innovación responsable es hoy una exigencia del mercado, pero también un imperativo ético.

Por ello, contar con herramientas que permitan a las y los líderes identificar tendencias, contrastar datos y construir argumentos sólidos es fundamental. Estudios como Perspectivas de la Alta Dirección en México constituyen un insumo estratégico para la toma de decisiones en un entorno tan diverso y dinámico como el del país. Más allá del diagnóstico, el valor de este tipo de reportes radica en su enfoque multisectorial, que enriquece el análisis y permite construir casos de negocio más robustos, basados en información real, contextualizada y accionable.

En suma, cuando la innovación se asume como un principio organizacional y no solo como una meta, tiene el potencial de transformar industrias. Su impacto trasciende los laboratorios y se extiende a cada rincón de la empresa. En otras palabras, se convierte en una forma de pensar, operar y liderar, y, en ese liderazgo, la acción consciente es más necesaria que nunca.

Opine: ¿Cómo la innovación la innovación se ha consolidado como la estrategia más eficaz para fortalecer la resiliencia empresarial?

 Frente a dilemas éticos, algunas empresas han optado por cerrar operaciones o retirarse de mercados que no cumplen con estándares de sustentabilidad. Aunque estas decisiones conllevan costos, también abren oportunidades para innovar de manera responsable 

– Ricardo Delfín
Socio Líder de Clientes y Mercado

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