De acuerdo con los resultados del estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2022. Resiliencia ante la incertidumbre de KPMG en México, junto con los riesgos relacionados con el talento (52%), los ciberataques (45%) y la falta de innovación en productos y servicios (39%) son las tres principales amenazas que enfrentan las empresas, asuntos que podrían impactar en la estrategia y los objetivos de las entidades en el corto, mediano y largo plazo.
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No es de extrañar el encontrar estas dos menciones, es decir, los ciberataques y la falta de innovación en productos y servicios, ya que la Cuarta Revolución Industrial se vio acelerada con las medidas implementadas ante la pandemia.
Sin embargo, esto incrementó los riesgos cibernéticos y las noticias sobre ataques son cada vez más comunes.
En segundo término, riesgos como la falta de liquidez (38%), el incremento de las tasas de interés (38%) o la planeación inadecuada en la sucesión de puestos clave de la empresa (33%) son amenazas adicionales que están vinculadas con la supervivencia del negocio.
¿Puestos clave o personas clave?
¿Las empresas están preparadas para la ausencia (por el motivo que sea) de las personas que toman las decisiones estratégicas? ¿Se tienen identificados dos o tres posibles candidatos para suceder a tales individuos? COVID-19 nos ha recordado la importancia de mantener planes de sucesión de personal clave, incluso para enfrentar sucesiones no planeadas.
Probablemente, las compañías más robustas e institucionalizadas cuentan con una respuesta para estas y otras interrogantes relacionadas con la sucesión; no obstante, aquellas que no, deben considerar lo importante que es definir si, ante la ausencia de alguna de las personas tomadoras de decisiones en la empresa, se tiene un respaldo que pudiera asumir dichas responsabilidades.
El riesgo que representan los temas ASG
Los asuntos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) también deben considerarse como parte de la gestión de riesgos, pues son cuestiones que pueden implicar impactos cuantitativos y cualitativos para las organizaciones.
Por ello, hay que tener la conciencia necesaria para prevenir consecuencias negativas a raíz de fenómenos naturales o disrupciones sociales que comprometan la sostenibilidad del negocio. Así pues, es lógico que para cuatro de cada diez empresas (40%) definir una estrategia para gestionar los riesgos ASG sea un tema de atención crítica en 2022.
Aquellas entidades que no gestionan adecuadamente los temas ASG, al no incorporarla en su estrategia o su propósito como entidad, así como en sus productos y servicios, están bajo un impacto potencial a corto, mediano o largo plazo, pues la demanda de atención en este rubro no se da únicamente por parte de inversionistas, reguladores o colaboradores, sino también por parte de los clientes; es importante mencionar que, actualmente, las nuevas generaciones realizan un seguimiento constante al respecto.
En cualquier caso, las prioridades para las empresas han sido, sin duda, proteger el bienestar de su capital humano y asegurar la supervivencia del negocio, ya que los difíciles momentos que vivimos como sociedad durante 2020 y 2021 impactaron definitivamente en la operación diaria de las empresas, amenazando incluso la operatividad y continuidad de las cadenas de valor globales.