El espíritu emprendedor transgeneracional representa la capacidad de las familias para reinventar constantemente sus negocios con un flujo continuo de actividades entre los integrantes de la familia a lo largo de múltiples generaciones.
A saber, esta capacidad está estrechamente relacionada con los cuatro componentes del legado (biológico, material, social e identitario), ya que estos fomentan el ímpetu emprendedor, jugando un papel crucial; sin embargo, también acarrean retos.
Por ejemplo, el legado biológico impulsa la incorporación de nuevas generaciones, pero también puede implicar un desafío importante, ya que no existe una garantía de que la decendencia quiera darle continuidad o cuente con las habilidades para liderar a la compañía. Por ello,
es fundamental anticiparse y contar con una lista de especialistas externos que tengan una sólida experiencia para asumir la dirección e incorporar nuevos temas clave al ritmo en que evoluciona el mercado.
Asimismo, contar con un sólido emprendimiento transgeneracional impulsa el desempeño y la sostenibilidad, ya que los negocios multigeneracionales tienen la gran ventaja de la experiencia y sabiduría colectivas de los fundadores y generaciones previas, las cuales, sin duda, crean un terreno fértil para el éxito futuro.
Para comprender mejor el tema, en una encuesta global en la que participaron 2,683 tomadores de decisión en empresas familiares de todo el mundo (215 de México), hicimos preguntas específicas sobre el grado de incorporación que tienesu negocio del concepto “emprendimiento transgeneracional”. Tanto en México como a nivel global existe un nivel de asimilación de este rasgo de 77%, porcentaje que corresponde al promedio de respuestas relacionadas con el tema, de las cuales también se desprende que el emprendimiento transgeneracional de los negocios en México se compone de tres ejes: relaciones familiares (26%), el propio emprendimiento mostrado por la familia (26%), y el papel activo de las generaciones futuras (25%).
Como se observa en la gráfica, estos tres elementos están entrelazados y crean una evolución natural, ya que las generaciones futuras cuentan con un impulso nato de emprendimiento que llega a ser originado por las relaciones familiares, así que los tres aspectos pueden considerarse igual de relevantes.
Antes de dar el paso hacia la institucionalización, es importante que las empresas se pregunten: ¿qué quieren lograr como compañía? ¿Les interesa preservar el legado? ¿Quieren dar continuidad al negocio? ¿Es primordial impulsar su crecimiento? ¿Cómo se asegurará el patrimonio?
La comprensión o definición de las necesidades de la organización será un elemento sustancial que permitirá tomar las acciones necesarias para perdurar a través del tiempo.