Delineando estrategias
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La nueva visión que COVID-19 aporta a los acuerdos sobre el cambio climático

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Publicado por Jesús Luna

abril, 2020

Puntos Destacados:


  • La pandemia actual de COVID-19 nos lleva a repensar y replantear el tema ambiental a la luz de seguir manteniendo esfuerzos que permitan balancear el bienestar humano en el largo plazo
  • Los próximos desafíos para todos los grupos de la sociedad serán reestablecer el orden económico y de salud
  • ¿Cuáles son los tres puntos clave en temas ambientales a los que las empresas deberán seguir prestando atención?

En Diciembre de 2019, las conclusiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) constataron no solo la inminencia de la crisis climática, sino la necesidad de acelerar las medidas que permitan limitar el calentamiento del planeta durante la siguiente década. Con ello, la COP25 abre camino a la posibilidad de generar progresos serios y definir objetivos que puedan llevar rápidamente a cabo todos los grupos de interés: gobierno, sociedad civil y empresas.

 

Consulte la publicación Crisis climática: un desafío para las organizaciones

 

En ese entonces el mundo no tenía aún visibilidad de lo que se aproximaba en términos de salud pública. La pandemia actual de COVID-19 nos lleva a repensar y replantear el tema ambiental a la luz de seguir manteniendo esfuerzos que permitan balancear el bienestar humano en el largo plazo.

 

Si bien esta crisis de salud está presentando grandes desafíos sociales, económicos y políticos, también nos está permitiendo observar los beneficios que recibe la naturaleza ante la baja en la actividad humana.

 

Uno de los próximos desafíos para todos los grupos será reestablecer el orden económico y de salud, pero manteniendo los aprendizajes en términos ambientales que nos dejarán estos meses de baja actividad económica y social.

 

Es por esto que es importante no perder de vista aquello en lo que las empresas deberán seguir prestando atención:

1. Los negocios necesitan descarbonizarse

La descarbonización es todavía un reto para las empresas. Como no se han logrado acordar las reglas en los mercados internacionales de carbono, los marcos normativos gubernamentales no están homologados. Lo anterior implica que las organizaciones deban navegar un paisaje regulatorio fragmentado con múltiples mercados de carbono, posibles impuestos en Europa y diversos estándares alrededor del mundo.

 

Algunos gobiernos, incluido el de México, han intensificado sus políticas para la reducción de carbono, las cuales se aplican mediante regulaciones que impactan a las empresas. Esta situación, lejos de desalentar, debería incentivar a las organizaciones en la adopción de políticas para descarbonizarse.

2. Las empresas e industrias experimentarán presión de sus grupos de interés por reducir sus emisiones

Cada año surge más evidencia científica sobre los impactos del cambio climático. Además, la presión pública y política para que las empresas actúen ha aumentado. No solo la industria energética está sujeta al escrutinio por sus emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), sino también otros sectores, entre los que se encuentran la agricultura, el transporte y los bienes de consumo.

 

Los inversionistas están cada vez más centrados en comprometer a un mayor número de corporaciones para que disminuyan sus emisiones a través de iniciativas como Climate Action 100+. Mientras tanto, las compañías que se han suscrito a iniciativas como Science Based Targets y RE100, aumentarán la presión sobre sus proveedores para que reduzcan sus propias emisiones.

3. Las expectativas públicas de las empresas y los gobiernos están creciendo

Algunos grupos demográficos, como los millennials y la Generación Z, se encuentran preocupados por los efectos del cambio climático en el planeta, motivo que puede incentivar o desalentar sus decisiones de compra, por lo que soslayar el cambio climático en la estrategia empresarial no es una opción.

 

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Desde los primeros acuerdos internacionales para combatir el cambio climático, México se ha distinguido como uno de los países líderes en tomar acciones; sin embargo, es tarea de todos los actores sociales -empresas, gobierno y sociedad civil- promover iniciativas concretas para mitigar los impactos generados por el consumo de energías consideradas no limpias. El futuro climático nos alcanzó y es prioritario integrarlo en la estrategia de las compañías para prepararnos ante una nueva forma de hacer negocios.

 

Este momento inédito en la historia moderna nos llevará a ser más resilientes ante situaciones inesperadas como una pandemia; a atender de forma prioritaria la salud de la población, y también los próximos años serán cruciales para la comunidad empresarial en la adopción de estrategias para mejorar la gestión ambiental, de tal forma que se logre una verdadera reducción de emisiones, la mejora en la gestión del agua y residuos, así como la integración de indicadores para monitorear el desempeño al interior de las compañías, pues de ello no solo depende la perdurabilidad de las organizaciones sino la viabilidad del planeta mismo.

 

Opine: ¿Qué aprendizajes en términos ambientales nos ha dejado la pandemia de COVID-19, que se podrían implementar de manera permanente? 

Temas: Gobierno Corporativo

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