El escenario en el que se desenvolvieron la economía y las inversiones en 2017 estuvo definido por distintos temas entre los que destacan, sin duda, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como de otros acuerdos comerciales, y la Reforma Fiscal en Estados Unidos y su probable repercusión en el régimen tributario de México.
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Son dos condiciones de alcance local, regional y global, que impactan a la mayoría de los sectores industriales, pero cuya gestión parece estar siendo la adecuada por parte de las empresas, de acuerdo con los resultados de Perspectivas de la Alta Dirección en México 2018.
Confianza a pesar del TLCAN
Si bien los tres países de este bloque comercial están aún comprometidos con el TLCAN, existe una presión cada vez menor por firmarlo lo antes posible.
Representantes del gobierno mexicano iniciaron el 7 de mayo una visita de trabajo en Washington, D.C., con el fin de avanzar en la renegociación, principalmente para dar solución al capítulo de las reglas de origen del sector automotriz.
El enigma de la Reforma Fiscal en EE.UU.
La recientemente promulgada Reforma Fiscal en EE.UU. tiene grandes alcances, ya que, entre otras medidas, recorta la tasa del impuesto corporativo de 35% a 21%, lo que se ha interpretado como un incentivo para la radicación de empresas y capitales en ese país, para fomentar su competitividad, crecimiento económico y generación de empleos. Algunas empresas podrían incluso trasladar operaciones a esa nación para beneficiarse de las nuevas tasas de impuestos.
Sin embargo, existe un enigma con respecto a la comprensión cabal de qué ocurrirá al llevar a la práctica esta reforma, considerando que en enero de 2018 la tasa de desempleo en ese país era de 4.1% (la más baja desde 2000), así como otros factores como la incertidumbre sobre el déficit fiscal de la economía estadounidense, la falta de claridad en varias disposiciones, el impacto de cargas fiscales de impuestos estatales y la limitación de ciertas deducciones.
Los potenciales impactos sobre las empresas mexicanas con negocios en EE.UU. podrían resumirse en los siguientes puntos:
- Incentivo a la inversión en nueva planta y equipo
- Repatriación de ganancias mantenidas fuera de EE.UU.
- Gravámenes adicionales a pagos a subsidiarias en México
- Regreso a EE.UU. de la propiedad intelectual mantenida en Europa
- Posibilidad de que haya casos que se consideren como residentes en un régimen fiscal preferente
No obstante, con base en los avances que se tienen, 72% de los directivos consideran que la rentabilidad de su empresa se mantendrá igual que hasta ahora o no se verá afectada, 9% incluso piensa que su rentabilidad aumentará, y solo 19% pronostica una disminución derivada de esta reforma.
Planeación de escenarios
Ambos temas, la renegociación del TLCAN y la Reforma Fiscal en EE.UU., son factores que deben modelarse en escenarios posibles que incluyan de forma completa elementos como otros mercados potenciales, las cargas fiscales efectivas, nuevas regulaciones, entre otros puntos.
Aunque el panorama es de incertidumbre, la experiencia de años previos revela que la Alta Dirección de las empresas en México es capaz de gestionarla, mostrándose resiliente para impulsar el crecimiento, a pesar de los desafíos.
