La crisis por COVID-19 ha golpeado la economía global y los objetivos de crecimiento de forma inimaginable, tanto de grandes organizaciones como de pequeños emprendimientos.
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Los servicios financieros no han sido ajenos a los impactos de la contingencia, pero han logrado tomar la crisis como una oportunidad de analizar nuevas formas de dar continuidad al negocio, asumiendo las nuevas regulaciones y modelos innovadores que, de cara a posibles crisis futuras, ofrezcan una propuesta de valor integral y sostenible.
¿Por qué es importante hablar de crecimiento sostenible y servicios financieros?
En un contexto previo a la crisis sanitaria, los líderes globales, de México y Centroamérica consideraban que, dentro de las principales amenazas para el crecimiento, estaban aquellas relacionadas con ESG. Es por ello que ante la nueva realidad se estructuran acciones resilientes que aceleran el diálogo y la agenda alrededor de estos factores para aumentar la capacidad de las empresas de recuperarse a corto y mediano plazo.
Mientras la mayor parte de las economías globales buscan emerger de la crisis, inversionistas institucionales analizan nuevas formas de incrementar el capital que destinan a empresas que gestionan oportunamente los temas relacionados con ESG y que conservan una buena reputación, generando confianza entre sus grupos de interés a pesar de la coyuntura. Estas organizaciones están convencidas del beneficio, e incluso el incremento en el retorno de la inversión, si integran un enfoque de ESG en sus objetivos y estrategias.
Con la constante disrupción que existe desde inicios de 2020 y los impactos derivados de la crisis, las oportunidades de recuperación y diversificación del portafolio de servicios y productos, demandan un aumento de inversiones responsables y sostenibles
Alinear las regulaciones locales con los objetivos de las organizaciones se convierte en un reto. Además, se requiere establecer objetivos medibles, monitorear las inversiones, comparar el desempeño con aquel de la competencia, mejorando la toma decisiones, gestión de riesgos y comunicación oportuna.
Los servicios financieros estimulan nuevas oportunidades, por lo que los líderes de este sector requieren estar anuentes al interés de sus clientes y contar con el compromiso proactivo de sus socios comerciales para prever cualquier riesgo o crisis, a fin de emprender acciones holísticas que impulsen la colaboración hacia un crecimiento económico constructivo y sostenible.
