Cada vez es más común que los directores generales expresen una seria preocupación por el futuro de sus organizaciones ante el actual ambiente de negocios tan volátil, complejo e incierto. Y es que, ¿cómo tomar las mejores decisiones que requieren sus negocios para seguir creciendo, en un entorno tan cambiante con riesgos impredecibles a nivel local y global?
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Así lo señalan cinco de cada diez CEOs en México, quienes consideran que la agilidad es la nueva moneda de los negocios, y que de ser demasiado lentos, su organización se enfrenta al riesgo de la bancarrota, cifra que incluso se eleva a 67% a nivel global; de acuerdo con los resultados del estudio 2019 Global CEO Outlook de KPMG.
Innovación: estrategia clave para la disrupción
Hoy, con tecnología que acelera la transformación digital de las empresas en todas las industrias, no es suficiente con que los CEOs entiendan cómo funciona la disrupción. Si una empresa no quiere quedarse atrás en el mercado, necesita ser ágil para adoptarla y aprovechar sus ventajas; y para hacerlo es necesario recurrir a la innovación.
Pero la innovación requiere más que buenas intenciones, de allí, que los CEOs se deban enfocar en construir organizaciones resilientes que aprendan a detectar la innovación disruptiva cuando surja y, lo que es más importante, se busquen las oportunidades para utilizarla en favor del negocio sin miedo al fracaso.
Desde esta perspectiva, la innovación ya no debe verse como una capacidad más de los líderes empresariales, sino como un imperativo que impacta en la percepción y el valor de sus marcas, el crecimiento de primera línea, la relevancia de su empresa, e, incluso, su supervivencia.
La evolución hacia un nuevo CEO
Fomentar y construir una organización resiliente demanda un esfuerzo constante; por consiguiente, es esencial y crítico el papel del CEO, quien es el principal impulsor de una cultura organizacional disruptiva orientada a la agilidad como nueva regla de negocio, y a la rápida adaptación a los cambios.
Esto requiere que los CEOs evolucionen para volverse ágiles y resilientes, dispuestos a desafiar el statu quo, asumiendo la transformación digital como una oportunidad para adaptar su organización a los cambios acelerados y marcar la diferencia en el mercado.
