En el futuro, 2020 y 2021 serán vistos como los años en los que se forjó la sostenibilidad de las empresas. La pandemia ha alterado el statu quo, siendo el catalizador del cambio en sectores que necesitaban transformarse, tanto estructural como tecnológicamente, incrementando su necesidad de innovar para ser más resilientes y ágiles.
Visite el Centro de Estrategia Empresarial
La transformación digital de los modelos de negocio que hubiera tomado años se ha dado en cuestión de meses, lo que provoca que 2021 traiga consigo mejoras radicales a una velocidad inusitada en diversos ámbitos.
La adopción activa de nuevas tecnologías para continuar la transformación digital seguirá incrementando su ritmo y escala, independientemente de cómo evolucione la pandemia.
Entre las fuerzas que impulsan la transformación destacan la comoditización de productos y servicios; los cambios en el comportamiento de compra; la creación de nuevas empresas digitales, capaces de desafiar a los jugadores tradicionales; la ampliación de los servicios que ofrecen los gigantes tecnológicos; los nuevos mercados digitales, o la redefinición de los modelos de venta.
Los avances tecnológicos y la convergencia de estos obedecen a un ritmo exponencial, impulsando y habilitando nuevos modelos de negocio. Por lo tanto, no es de extrañar que ocho de cada diez empresas (83% México, 78% Centroamérica) confirmen que la innovación será más relevante para su estrategia.
Descargue la publicación Panorama de la innovación en México y Centroamérica
Cada organización determina en qué centra sus iniciativas de innovación, según las prioridades definidas por el equipo de liderazgo; sin embargo, es necesario revisar lo que cada una ofrece al cliente para satisfacer sus requerimientos.
De acuerdo con la mayoría de las organizaciones (68% México, 52% Centroamérica), los productos o servicios que ofrecen cambiarán significativamente durante los próximos tres años, impulsados por las modificaciones en el mercado y las necesidades del consumidor, así como por el impacto de la pandemia en diferentes categorías, cuyo posicionamiento ha cambiado.
Estas condiciones generan un momento propicio para revisar la cartera de productos y servicios, a partir de la centralidad en el cliente, la eficiencia, la mejora de la productividad y la identificación de iniciativas que son exitosas en la actualidad y que probablemente lo serán en el futuro.
Dado que la digitalización seguirá con paso firme, las empresas deben prepararse y adaptarse para sobrevivir. Esto exige una revisión de la estrategia y los canales de venta y comunicación con el cliente, pues la experiencia que vive al interactuar con las marcas también se transforma, modificando la manera de recibir los bienes.
A raíz de COVID-19, el consumidor tuvo que adaptarse, en cuestión de semanas, al uso de aplicaciones, herramientas y plataformas digitales habilitadas por la nube. Ante este escenario, la gran mayoría de las empresas (82% México, 70% Centroamérica) confirman estar modificando significativamente la manera de brindar su oferta, y que lo seguirán haciendo por los próximos tres años.
Durante los siguientes tres años, las organizaciones tendrán que ofrecer bienes novedosos y personalizados mediante canales digitales de fácil utilización a un precio competitivo. Los primeros pasos en esta transformación implican evaluar qué fases del customer journey deberían digitalizar y automatizar para potenciar una mejora en la experiencia del cliente.
No obstante, una implementación estratégica resulta fundamental en la etapa de digitalización para enfocar o priorizar los esfuerzos y las inversiones en iniciativas de mayor impacto.