De acuerdo con la encuesta Encaminados al crecimiento. Los directores generales de América Latina se preparan para un futuro más integrado, 90% de los CEOs en la región expresan optimismo sobre las perspectivas de crecimiento para su país y su industria durante los próximos tres años, un porcentaje mucho mayor que los citados por sus homólogos globales.
La brecha resultó menor en 2017, ya que siete de cada diez directores generales en la región (77% a nivel global) manifestaban seguridad en las perspectivas de crecimiento de su país, y siete de cada diez líderes, tanto en América Latina como en el promedio global, expresaban confianza en las perspectivas de crecimiento de su industria.
Los CEOs en América Latina son aún más optimistas sobre las perspectivas para su compañía, puesto que 96% expresa confía en que su organización crecerá. Sin embargo, destaca que se mostraron pesimistas sobre la economía global más allá de sus fronteras, ya que solo el 37% expresó optimismo, lo cual resulta mucho menos optimista que sus homólogos globales.
La confianza de los CEOs en la región persiste a pesar de los temas ajenos a los negocios que han surgido en América Latina. Aunque los líderes empresariales no son inmunes a ese tumulto, se concentran en lo positivo. La recuperación económica puede resultar desigual en la región, pero la demanda va en aumento en algunos de los mercados mayores y muchas empresas están apostando a un resurgimiento de la clase media de la región.
Al mismo tiempo, muchos países en la región comienzan a ver una separación de la economía y de las políticas públicas, así como una mayor consistencia en los modelos de negocios.
A pesar de la dependencia del comercio global en muchos sectores, los directores generales en la región se muestran sorpresivamente inalterables sobre el riesgo del creciente territorialismo, que calificaron por debajo de prácticamente todos los otros riesgos potenciales. Solo 5% lo considera el mayor riesgo para su organización frente al 16% a nivel global.
¿Cómo aprovechar el panorama comercial cambiante?
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podría tener un impacto potencialmente poderoso para México, por su fuerte dependencia del comercio con EE.UU. y sus cadenas norteamericanas integradas de suministro y de valor. Sin embargo, tanto México como otros países en la región también pueden beneficiarse de una realineación en los bloques de comercio.
Los tratados comerciales que dividen a los países frente al Pacífico y los países frente al Atlántico finalmente pueden dar lugar a un ambiente menos político y proteccionista, que reconozca el potencial creciente de una región más integrada y lazos comerciales más estrechos con Asia.
Al mismo tiempo, muchos proyectos de recursos, infraestructura, manufactura y agricultura en América Latina tienen interés en atraer un nuevo nivel de inversión global y, por lo tanto, tienen que adherirse a una norma global más elevada y a un grado mayor de trasparencia.
La perspectiva de los CEOs de América Latina de este año los muestra enfocados en lo positivo, así como una economía global en sincronía con una recuperación económica en la mayor parte de la región, especialmente para la clase media.
Por primera vez, en los últimos 10 años, existe sincronía en el crecimiento en la región y en gran parte del mundo. Los CEOs se sienten seguros de su propia capacidad para aprovechar las oportunidades en este ciclo de crecimiento.
Opine: ¿qué oportunidades pueden surgir para México derivadas de la disrupción geopolítica actual?
