Las propuestas y acciones que una empresa es capaz de aportar para atender los desafíos actuales giran en torno a su capacidad de operar de forma eficiente y sostenible en un ambiente de negocios disruptivo.
Descargue la publicación Panorama 2023. Cinco claves de cooperación en un mundo fragmentado.
Un componente fundamental de dicho ambiente son las políticas monetarias derivadas de la presión inflacionaria, así como los sistemas fiscales que, en distintas jurisdicciones, ofrecen poco margen de maniobra tras dos años y medio de pandemia.
Los factores económicos, como el alza de las tasas de interés, la inflación y la expectativa de que se presente una recesión global, constituyen la preocupación más apremiante para las y los líderes de empresas en México y Centroamérica, seguido por otros temas de interés, como el cansancio derivado de la pandemia, o las tecnologías emergentes y disruptivas.
En la región, tres de cada diez CEO (32%) consideran que antes de que termine 2023 se presentará una recesión, y 53% considera que no será leve ni de corta duración, lo que pone de manifiesto la necesidad de implementar acciones concretas como enfocarse en gastos estratégicos, fortalecer los controles para contener el ejercicio de recursos, explorar alternativas en cuanto a insumos y cadenas de valor e, incluso, invertir en automatización y digitalización de procesos.
Se trata de un escenario complejo a escala global, marcado profundamente por desafíos geopolíticos de dominio público, que han ocasionado que las organizaciones busquen urgentemente la diversificación de las cadenas de valor o regresen algunas de sus operaciones extraterritoriales a su país de origen, y, sobre todo, que ajusten los procedimientos de gestión de riesgos de acuerdo con el panorama geopolítico.
Sin duda, contar con un liderazgo comprometido con un claro propósito socialmente relevante permitirá a las compañías reconstruir la confianza en un mundo cada vez más multipolar. Asimismo, el aprovechamiento de las ventajas competitivas que ofrece la cooperación entre bloques comerciales como el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), o los tratados de libre comercio con bloques como la Unión Europea, servirá para mantener la normalidad en la medida de lo posible.
De hecho, las empresas en México y Centroamérica tienen como primer objetivo estratégico diversificar sus fuentes de abastecimiento incorporando nuevos centros de producción para que las cadenas de valor sean más resilientes; la segunda estrategia más importante es la ubicación en territorio local de más proveedores para incrementar la resiliencia de la producción o la operación.
En cuanto a los sistemas fiscales, tres de cada cuatro corporaciones consideran que existe una estrecha relación entre la confianza pública que despiertan y cómo alinean sus valores organizacionales con el tratamiento del tema tributario, pero, al mismo tiempo, este último no es una de sus principales preocupaciones actualmente ni consideran que represente un riesgo mayor para su crecimiento.
Es necesario mantener la convicción de que la transformación digital o las inversiones programadas deben adaptarse a los retos que impone el panorama geopolítico. En este sentido, avanzar en la digitalización y conectividad de todas las áreas funcionales debe considerarse como una prioridad operativa para alcanzar los objetivos de crecimiento en los próximos años.
Opine: ¿Cómo las organizaciones pueden generar resiliencia en un ambiente económico cambiante?
